Cuando los agentes llegaron a su casa, se encontraron con tres ordenadores y otros tantos portátiles, así como numerosos discos duros en los que había miles de fotografías y películas de pornografía infantil, según informó la CNN.
De acuerdo con la investigación policial, Stockard había estado almacenando todas estas imágenes durante siete años. Fue inmediatamente puesto a disposición judicial al igual, por cierto, que los dos ladrones, aunque se desconoce si el juez tendrá en cuenta el hecho de que ellos mismos facilitaran su detención para desvelar la actividad ilícita del dueño de la vivienda.
Fuente: La Razón (España)
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