Un hombre fue sorprendido, y luego detenido, por la policía de Zimbabwe mientras mantenía relaciones sexuales con un burro en el jardín de su casa, en la ciudad de Zvishavane, a unos 300 kilómetros al sur de Harare, capital del país africano.
Según informó el periódico local The Herald, Sunday Moyo fue arrestado por unos policías que realizaban una patrulla rutinaria.
Los agentes quedaron sorprendidos al pasar frente a una casa y ver a un burro tumbado en el suelo y atado a un árbol, mientras un hombre tenía sexo con él.
Tras interrogarlo, el juez encargado del caso dispuso que el detenido fuera sometido a pericias psicológicas para evaluar su estado mental, puesto que sus declaraciones fueron extrañas.
"Creo que también soy un burro. No sé lo que ocurrió cuando me fui del bar, pero estoy realmente enamorado del burro", dijo a los tribunales Sunday Moyo.
El acusado afirma haber pagado 25 dólares por los servicios de una prostituta en un bar local. Por tanto, se sorprendió al escuchar que se le acusaba de tener sexo con un animal.
Según el detenido, él estaba con una mujer que se convirtió, de manera mágica, en un burro. Loco, borracho o confundido, Moyo no parece arrepentirse de la situación, y afirmó una y otra vez estar enamorado de su circunstancial pareja.
Tanto la prostitución como el sexo con animales son considerados actos ilegales en el país.
Según informó el periódico local The Herald, Sunday Moyo fue arrestado por unos policías que realizaban una patrulla rutinaria.
Los agentes quedaron sorprendidos al pasar frente a una casa y ver a un burro tumbado en el suelo y atado a un árbol, mientras un hombre tenía sexo con él.
Tras interrogarlo, el juez encargado del caso dispuso que el detenido fuera sometido a pericias psicológicas para evaluar su estado mental, puesto que sus declaraciones fueron extrañas.
"Creo que también soy un burro. No sé lo que ocurrió cuando me fui del bar, pero estoy realmente enamorado del burro", dijo a los tribunales Sunday Moyo.
El acusado afirma haber pagado 25 dólares por los servicios de una prostituta en un bar local. Por tanto, se sorprendió al escuchar que se le acusaba de tener sexo con un animal.
Según el detenido, él estaba con una mujer que se convirtió, de manera mágica, en un burro. Loco, borracho o confundido, Moyo no parece arrepentirse de la situación, y afirmó una y otra vez estar enamorado de su circunstancial pareja.
Tanto la prostitución como el sexo con animales son considerados actos ilegales en el país.
Fuente: Crónica (Argentina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario