McDains's no es un restaurante para adultos, ni es un lugar donde los menores no puedan ingresar por ley, sin embargo Mike Vuick, el dueño del establecimiento gastronómico, prohibe la entrada a su local a los niños: "No es un restaurante para chicos", explica. Y prosigue: "Los pequeños son incontrolables, hablan fuerte, corretean y molestan a los demás".
Así, McDains informó vía e-mail a sus clientes asiduos el cambio de política de la empresa y sugirió a los comensales que tengan hijos pequeños que si quieren continuar disfrutando los exquisitos platos y la tranquilidad de un salón para beber cocktails, deberán conseguir una niñera con quién dejar a sus criaturas, pues no los dejarán ingresar.
Fuente: Tucumán Noticias (Argentina)
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