Los hechos ocurrieron en marzo de 2010, cuando Joan Barnett construyó su mentira. Entonces trabajaba como coordinadora de relaciones con los padres en un colegio de formación para el sector servicios de Manhattan, comunicó a sus jefes que necesitaba viajar durante dos semanas al país centroamericano porque su hija había fallecido allí.
Ella mandó a otra de sus hijas llamar a la escuela para decir que su hermana había muerto en Costa Rica. Luego, otra hija telefoneó más tarde al centro para anunciar que varios familiares, entre ellos su madre, iban a volar al país para asistir al funeral.
Barnett incluso envió por fax al colegio un certificado de defunción falsificado para asegurarse los días libres, según el periódico.
Un compañero de la mujer sospechó del documento porque éste estaba escrito con "tipos de letra ligeramente distintos que no estaban bien alineados" y lo denunció ante el inspector de escuelas de formación profesional de Nueva York, Richard Condon; quien descubrió la mentira.
Condon presentó sus pruebas a la mujer, que inicialmente se mantuvo en sus trece al insistir en que su hija había fallecido por un "problema cardiaco" y produjo otro certificado de defunción, esta vez con la fecha y año correctos. Finalmente, Barnett finalmente se rindió y admitió ante un tribunal de Manhattan su culpabilidad en la fechoría.
Fuente: La Republica (Perú)
No hay comentarios:
Publicar un comentario