“¡Uy! Discúlpame, me parece que te casé con el testigo”, le dijo la jueza a Maricel, de 30 años, quien no podía salir del asombro junto a su pareja Ezequiel, de 28.
El desacierto se produjo durante el casamiento de una pareja cuyos apellidos no trascendieron celebrado en el Registro Civil de un barrio de Córdoba, según el diario La Voz del Interior.
La jueza culminó la ceremonia y, tras los habituales aplausos de familiares y amigos, se percató del error y llamó a la novia a un costado de la sala para contarle lo sucedido.
La magistrada anotó los datos de Maricel en la página del documento de identidad del testigo (un cuadernillo) destinada a inscribir información del cónyuge.
“Yo no sé qué le pasó a la jueza. Suponemos que el clima de fiesta que había en la oficina contribuyó a que se le traspapelaran los documentos. Pero fue todo tan rápido que no nos dimos cuenta de nada. En el DNI del testigo figura que soy su esposa”, dijo Maricel.
La pareja no tendrá que hacer cambios burocráticos, sin embargo, ya que el acta de matrimonio está correcta, pero el testigo deberá procurarse un nuevo documento de identidad porque la jueza se lo anuló, aunque le anticipó que será sin cargo alguno.
“Ahora me llaman Maricel y sus dos maridos”, reveló la flamante esposa, en alusión a la novela del brasileño Jorge Amado que cuenta una historia que transcurre en San Salvador de Bahía y tiene como protagonista a Doña Flor.
El desacierto se produjo durante el casamiento de una pareja cuyos apellidos no trascendieron celebrado en el Registro Civil de un barrio de Córdoba, según el diario La Voz del Interior.
La jueza culminó la ceremonia y, tras los habituales aplausos de familiares y amigos, se percató del error y llamó a la novia a un costado de la sala para contarle lo sucedido.
La magistrada anotó los datos de Maricel en la página del documento de identidad del testigo (un cuadernillo) destinada a inscribir información del cónyuge.
“Yo no sé qué le pasó a la jueza. Suponemos que el clima de fiesta que había en la oficina contribuyó a que se le traspapelaran los documentos. Pero fue todo tan rápido que no nos dimos cuenta de nada. En el DNI del testigo figura que soy su esposa”, dijo Maricel.
La pareja no tendrá que hacer cambios burocráticos, sin embargo, ya que el acta de matrimonio está correcta, pero el testigo deberá procurarse un nuevo documento de identidad porque la jueza se lo anuló, aunque le anticipó que será sin cargo alguno.
“Ahora me llaman Maricel y sus dos maridos”, reveló la flamante esposa, en alusión a la novela del brasileño Jorge Amado que cuenta una historia que transcurre en San Salvador de Bahía y tiene como protagonista a Doña Flor.
Fuente: ABC (Paraguay)
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