Hayley es una niña de doce años que tiene el aspecto de una anciana de 96. Sufre una patalogía extraña llamada progeria, una enfermedad genética de la infancia que hace que su ritmo de envejecimiento sea cinco veces mayor al habitual,según informa Telecinco. El porcentaje de personas que sufre está enfermedad es muy bajo, sólo una de cada ocho millones de personas en el mundo.
Las consecuencias de envejecer a tanta velocidad son las que podría tener cualquier anciana. Hayley sufre artritis, no tiene hambre y toma un coctel de pastillas por la mañana y otro por la noche. En declaraciones recogifas por el Chanel 5, la madre de Hayley, Kerry, se muestra muy orgullosa: "A pesar de las dificultades, ella intenta disfrutar al máximo y no deja que la artritis la retenga en casa".
Con 12 años su vida se agota ya que la esperanza de un niño con progeria es de 13 años. La supervivencia más allá de la adolescencia es inusual. En más del 80% de los casos la muerte se debe a complicaciones que surgen, como fallos del corazón, infarto del miocardio o trombosis coronaria. La rareza de está enfermedad provoca que no exista aún un tratamiento de probada eficacia. Hayley se ha sometido a un tratamiento nuevo, que en laboratorio consiguió revertir el problema e impidió el desarrollo de los síntomas.
Fuente: 20 Minutos (España)
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