Un ciudadano canadiense que se encontraba paseando por los Estados Unidos manejó 360 kilómetros con el cadáver de su mujer en el coche.
Sucede que en el trayecto del viaje, la señora tuvo algunos problemas de salud y repentinamente murió.
Estupefacto, el hombre no supo cómo reaccionar y recién cuatro horas más tarde del triste suceso se detuvo, tras llamar a la Policía.
Arduo fue el trabajo que los oficiales hicieron ya que al hombre de 71 años le costaba salir del auto y más aún desprenderse de los restos de su mujer.
Finalmente, en la ciudad de Washington llevaron a la señora al hospital, donde comprobaron que estaba muerta.
Tras comprobar que el hombre no tuvo responsabilidad en el deceso de la señora de 75 años, su cuerpo fue trasladado a Canadá.
Sucede que en el trayecto del viaje, la señora tuvo algunos problemas de salud y repentinamente murió.
Estupefacto, el hombre no supo cómo reaccionar y recién cuatro horas más tarde del triste suceso se detuvo, tras llamar a la Policía.
Arduo fue el trabajo que los oficiales hicieron ya que al hombre de 71 años le costaba salir del auto y más aún desprenderse de los restos de su mujer.
Finalmente, en la ciudad de Washington llevaron a la señora al hospital, donde comprobaron que estaba muerta.
Tras comprobar que el hombre no tuvo responsabilidad en el deceso de la señora de 75 años, su cuerpo fue trasladado a Canadá.
Fuente: Info Region (Argentina)
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