Rachel Edwards pasó por el momento que ninguna madre desearía pasar cuando el auto en el que viajaba con su hija de dos años y su hijo de 16 cayó al agua
La británica Rachel Edwards viajaba por una carretera de la localidad británica Lincolnshire, cuando sufrió un accidente y cayó al agua. El auto se hundía y la mujer que viajaba con su hija Isabella, de dos años, y su hijo Jack, de 16, de pronto se vio en la obligación de decidir a cuál de los dos salvar.
¿Qué hacer? ¿A quién dejar vivir? Según información difundida por Daily Mail, Edwards, embarazada de seis meses, lo pensó dos veces y, al ver que el auto continuaba hundiéndose, optó por coger a su pequeña de dos años.
La mujer comenta que en ese momento vio que su hijo Jack aún estaba con vida y le gritaba que lo salve; sin embargo, la puerta del auto estaba con seguro y cuando Rachel Edwards volvió para rescatarlo ya no pudo hacer nada: su hijo se había ahogado.
LA MARCÓ
“Desde entonces no ha pasado ni un solo minuto que no haya pensado en cómo podría haber salvado a mis dos hijos”, recordó la mujer, todavía acongojada por el fallecimiento de su menor en aquel accidente del 19 de agosto.
Rachel recuerda que el último recuerdo de su hijo es el de él poniendo su mano en el brazo para protegerla, ya que el coche comenzó a hundirse.
UN ADIÓS MULTITUDINARIO
Edwards agradece por el entierro multitudinario que ha tenido su hijo y por las muestras de apoyo que ha recibido.
“Lo más bonito sobre el entierro es que las personas hacían cola por las calles para ofrecer sus condolencias por la muerte de mi hijo. Él era muy respetuoso”, dijo la madre, quien el 21 de noviembre, a tres días del cumpleaños de Jack, dará a luz a su tercer hijo.
Jack era fanático del patinaje y del rock y fue enterrado en ese ambiente. “A Jack le hubiera encantado el funeral que le dimos. Me imagino que estaba mirando hacia abajo y pensando, ‘¡qué espectáculo es!’”, indicó la madre.
Fuente: El Comercio (Peru)
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