¡No apto para impresionables! Ru Anting tiene 56 años y se destaca por ser capaz de controlar las lágrimas de sus ojos y, por ejemplo, puede escribir con ellas en una tela. Increíblemente, chupa agua con la nariz y la dispara espantosamente con el ojo.
El anciano de nacionalidad china, descubrió esta habilidad cuando era chico, pero sólo empezó a entrenarla hace diez años y gracias a la práctica es capaz de segregar líquido desde sus ojos a más de tres metros de distancia.Convertido en una poderosa atracción donde quiera que vaya, el oriental recorre el mundo mostrando su "don", increíble pero cierto.
Sin ir más lejos, acaba de mostrar su espectáculo en la ciudad de Foshan, de la provincia de Canton.Lo que es aún más sorprendente es que puede escribir, literalmente con los ojos, en una sábana, sin lastimarse puede firmar autógrafos de esta manera tan particular. Hasta ahora las lágrimas como herramienta literaria eran usadas sólo por las novias descorazonadas para firmar alguna que otra carta de amor, pero este sorprendente hombre puede controlar las secreciones de sus ojos a tal punto brotan cuando él lo desea.
Recientemente Anting demostró su habilidad en el Lotus World Park de la ciudad de Shanshui. Escribió en chino las palabras "la fortuna es vasta como el mar' con su escalofriante método. Según cuenta Ru, descubrió su destreza accidentalmente nadando en un río y, cuando fue despedido de una fábrica de fertilizante en la que trabajó veinte años, empezó a explotar su inusual talento.
"En ese momento empecé a entrenarme y a desarrollar la capacidad para disparar líquido", explicó. El ojo de este señor escupe, lanza, eyecta -si se me permite la sinonimia teñida de horror- agua a más de tres metros. La habilidad de Anting le ha permitido figurar en el registro "DSJNNS", una especie de versión china de los récord Guinness. ¡Sólo espera no llegar a deshidrate de tanto llorar!
Fuente: Extra (Ecuador)
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