Fue durante una misa en la Iglesia de San Miguel Arcángel, en el país azteca, que el ardiente religioso decidió que era el mejor momento para darse placer.
Sin más, el sacerdote aprovechó su larga sotana para sacar su miembro viril y sacudirlo hasta llegar al éxtasis.
Al parecer el candente momento no pasó desapercibido para los fieles (uno de ellos grabó las imágenes) quienes incluso se rieron al ver la increíble actitud de su líder espiritual.
Aunque la masturbación no es un pecado, la lujuria que la impulsa sí. Esperemos que Dios lo perdone.
Fuente: Crónica (Argentina)
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