Fue un partido barrial, pero logró traspasar las fronteras por el curioso e inesperado suceso. El partido se terminaba y el arquero subió a cabecear e intentar ponerse el ‘traje’ de héroe, el cual terminó cambiándolo por el de comediante.
El centro terminó en la nada, y él, para volver rápido a custodiar su portería, decidió subirse a la moto de un hincha y ser trasladado mientras el partido continuaba como si nada. Si, increíble, pero real.
Fuente: Infobae (Argentina)
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