Tanto en Argentina como en Uruguay, el robo de vehículos no es ninguna novedad delictiva, pero que los malvivientes lo hagan con los restos de una persona muerta dentro supera todos los límites.
Eso sucedió en la localidad montevideana de Aires Puros, donde un hombre que regresaba del cementerio con una urna conteniendo las cenizas de su padre recién fallecido le robaron el coche.
El deudo se detuvo unos minutos en el camino y estacionó su auto (del cual no trascendió mayores detalles, sólo que es de origen japonés) en la puerta. Cuando regresó se encontró con la desagradable sorpresa de que el rodado había desaparecido, con las cenizas en su interior.
Desesperado, el hijo del difunto ofreció una recomeansa de mil dólares a todo aquel que le entregue el preciado objeto, que hasta el momento nada se sabe.
Fuente: Diario UNO (Argentina)
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