Mc Arthur Wheeler es un norteamericano que quiso conseguir una retirada triunfal de su vida criminal al robar un banco de Pittsburgh. Para ello, pensó en un insólito método para huir tranquilamente al no ser captado por las cámaras de seguridad: se roció la cara con jugo de limón creyendo que eso lo iba a hacer invisible...
Cuando fue arrestado, Wheeler estaba sorprendido. No entendía cómo podía haber sido reconocido, según contó el New York Times, en nota que reflejó el portal Infobae.com. Lo que pasó fue que el ladrón había hecho pruebas en su casa con una cámara similar a las que hay en los bancos y había comprobado que su rostro no se veía. El periodista del New York Times argumentó tres probabilidades sobre lo que había ocurrido en esos experimentos: la cinta de la película tenía mala calidad; no ajustó bien la cámara o movió el objetivo del lente cuando se retorcía por el ardor del limón en los ojos.
La cuestión es que a plena luz del día, Wheeler llegó al banco de Pittsburgh armado, con la cara descubierta y bañado en jugo de limón. Minutos después fue detenido por la policía.
No siempre fracasó tan rotunda y estúpidamente: de hecho, Mc Arthur Wheeler era un hombre buscado por la justicia en varios estados de EE.UU por perpetrar robos a mano armada, en los que evidentemente utilizó otra modalidad: no le había picado aún el bicho de la invisibilidad...
En el momento de su detención el ladrón preguntó extrañado cómo habían dado con él si se echó el zumo. Asimismo, las cámaras de seguridad de la entidad bancaria mostraron al detenido con los ojos hinchados y llorosos a causa del escozor causado por el zumo de limón. Una historia que por increíble que resulte es totalmente cierta. Según el New York Times, a Wheeler le podría caber una dura pena, por la acumulación de atracos por la que se lo estaba buscando. Hay quienes dicen que la pena mayor debería ser por estúpido... y la verdad es que no les falta razón. Su caso fue muy comentado.
Fuente: Diario Uno (Argentina)
re drogado estaría
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