Tomkins además se tatuó otro mensaje en la espalda acompañado de una flecha y las letras P.T.O. (Please turn over, por favor voltéenme). Con este extra el mensaje escrito en el pecho queda subrayado.
La mujer que afirma no tener deseos de hacer camas y lavar durante 20 años más tiene hecho el testamento desde hace 30 años, pero ahora con el tatuaje las cosas están más claras.
"El tatuaje es inmediato, no hay pretextos para no cumplir mi deseo". Joy Tomkins, que es diabética, cuenta que no está gravemente enferma, pero su deseo le ahorrará dinero al Servicio Nacional de Salud, según publica la BBC.
"Si me encuentran tirada en el suelo sin poder pronunciar palabra, quiero que respeten mi voluntad", ha explicado esta jubilada que tiene dos hijos y varios nietos.
"Tuve 80 buenos años: un matrimonio, hijos, nietos y un montón de amigos". "Tengo 81 años y no necesito más. Me espanta la idea de llegar a los 100 años, la odio".
La idea de hacerse el tatuaje la tomó de una enfermera jubilada que hizo algo similar en 2003.
Tomkins también ha contado que ya no tiene la resistencia para disfrutar de las cosas que le gustan, como tocar el piano y la jardinería.
Fuente: Informe 21 (Venezuela)
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