Según el sitio cincinnati.com, el propietario de la barca vio a Tobergta con los pantalones bajos y tomando el bote como si fuera una muñeca inflable, en muchas posiciones. El grito del vecino interrumpió el acto sexual del detenido.
Cuando la policía interrogó a Tobergta, el maníaco sexual admitió todo lo denunciado por su vecino, pero pidió clemencia, afirmando que tenía "un problema", y que necesitaba "ayuda”.
La balsa, finalmente, fue encontrada abandonada en un patio trasero.
Seguramente, el vecino deba lavarla bien antes de usarla en su piscina...
Fuente: Crónica (Argentina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario