El tema llegó a la Casa Rosada (gobierno) donde la presidenta aprovechó un discurso por cadena nacional para aludir al reclamo, calificado de “desopilante” por el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi.
“Decir, sinceramente, que provoca tendinitis...” , ironizó la mandataria.
“Yo vi a mi viejo (padre) trabajar durante años de colectivero (chofer de autobús). ¿Tendinitis? Tenía que sacar boleto por boleto, picando. Y nunca tuvo tendinitis de nada. Vivía, claro, en un país donde era difícil hacerse el revolucionario, porque no había gobiernos democráticos”, agregó Kirchner.
El sistema de tarjeta electrónica recargable fue lanzado por este gobierno para agilizar el transporte público y evitar un recurrente problema por la falta de monedas necesarias para abonar los boletos en las tradicionales máquinas expendedoras en autobuses que circulan por la capital y su periferia.
El SUBE (Sistema Unico de Boleto Electrónico) sirve para viajar en los metros de Buenos Aires, en 150 líneas de autobuses y en trenes metropolitanos, y convive con el sistema tradicional.
“Es cierto que tenemos unos 30 compañeros con tendinitis, aunque ése no es el verdadero reclamo: lo que pedimos es que mejoren las condiciones de trabajo y que se tome más personal”, se defendió el sindicalista Néstor Segovia.
Molesto porque “el gobierno intentó ridiculizar el reclamo”, el dirigente, militante de una corriente de izquierda, explicó que las máquinas que cargan las tarjetas “están colocadas 20 centímetros arriba de nuestras cabezas en lugar de estar a la altura del mostrador”.
Metrovías, la empresa privada que opera el servicio de metro de Buenos Aires, dijo que la carga de tarjetas electrónicas “es una obligación acordada y firmada en el convenio colectivo de trabajo”, en tanto negó que se registre un aumento de casos de lesiones.
“Decir, sinceramente, que provoca tendinitis...” , ironizó la mandataria.
“Yo vi a mi viejo (padre) trabajar durante años de colectivero (chofer de autobús). ¿Tendinitis? Tenía que sacar boleto por boleto, picando. Y nunca tuvo tendinitis de nada. Vivía, claro, en un país donde era difícil hacerse el revolucionario, porque no había gobiernos democráticos”, agregó Kirchner.
El sistema de tarjeta electrónica recargable fue lanzado por este gobierno para agilizar el transporte público y evitar un recurrente problema por la falta de monedas necesarias para abonar los boletos en las tradicionales máquinas expendedoras en autobuses que circulan por la capital y su periferia.
El SUBE (Sistema Unico de Boleto Electrónico) sirve para viajar en los metros de Buenos Aires, en 150 líneas de autobuses y en trenes metropolitanos, y convive con el sistema tradicional.
“Es cierto que tenemos unos 30 compañeros con tendinitis, aunque ése no es el verdadero reclamo: lo que pedimos es que mejoren las condiciones de trabajo y que se tome más personal”, se defendió el sindicalista Néstor Segovia.
Molesto porque “el gobierno intentó ridiculizar el reclamo”, el dirigente, militante de una corriente de izquierda, explicó que las máquinas que cargan las tarjetas “están colocadas 20 centímetros arriba de nuestras cabezas en lugar de estar a la altura del mostrador”.
Metrovías, la empresa privada que opera el servicio de metro de Buenos Aires, dijo que la carga de tarjetas electrónicas “es una obligación acordada y firmada en el convenio colectivo de trabajo”, en tanto negó que se registre un aumento de casos de lesiones.
Fuente: ABC (Paraguay)
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