El incidente se registró en un sector rural cercano a la población de Papallacta, a unos 45 kilómetros al sureste de Quito, donde el vehículo blindado que llevaba el dinero desde la capital a Lago Agrio, en la Amazonia, fue interceptado por un grupo de delincuentes.
El coronel Pedro Carrera, presente en el lugar del incidente, señaló que "en el blindado había cerca de un millón de dólares... al no poder abrir el blindado pusieron un taco de dinamita", que al explotar causó el incendio del vehículo y de los billetes.
Al no lograr el botín los asaltantes huyeron con dirección a Quito.
El gerente de la empresa de transporte de valores, Vaserum, Oswaldo Domínguez, al cual pertenecía el carro blindado, relató que entre 15 y 20 delincuentes "con acento colombiano" emboscaron a los dos carros de Vaserum, uno blindado y el otro escolta, a los que sometieron a no menos de 100 impactos de bala de grueso calibre.
Añadió que los cuatro ocupantes que viajaban en los dos vehículos de Vaserum resultaron con heridas menores, aunque hubo un nutrido cruce de fuego en medio del cual lograron huir hacia la montaña.
La televisión mostró a los carros de Vaserum destruidos, el blindado completamente calcinado a un costado de la carretera.
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