jueves, 17 de abril de 2008

FALSO PSICÓLOGO HIPNOTIZÓ 40 PACIENTES PARA VIOLARLAS

• Es un anciano francés de 76 años

Una de ellas explicó que en diciembre de 1996 tenía una situación familiar complicada, por eso fue al consultorio de Naressi y desde el primer momento le dijo cosas de su vida que nadie conocía, por eso le preguntó cómo lo sabía. La respuesta fue: “Soy un viejo lobo”.

TODO ERA PARTE DE LA TERAPIA

En la tercera cita -como en todos los casos relatados- el acusado le dijo que le pidiera tres deseos, que él era como Dios, que hacía milagros. “Que iba a hacerme la mejor mujer, que yo era su bebé”, relató la mujer.

En enero de 1997 le dijo que quería besarla. “¡Qué tronco de mujer que eres! Me dio a la fuerza un beso en la boca y me dijo que era solo un ejercicio. Decía que yo ponía resistencia, que el pudor, la vergüenza y la repugnancia no me permitían ser yo misma”, indicó.

Las sesiones siguieron hasta julio de 1997, cuando le ordenó terminar con el novio. “Me dijo que era un homosexual, que comenzara a acepar el placer y comenzó a tocarme las partes nobles, los pechos y me tocaba los pezones en movimientos circulares. Que no me resistiera, que todo era parte de la terapia”, agregó la afectada.

En noviembre influía un 100% en sus decisiones, la mujer ya no ponía resistencia. Le decía que si ponía resistencia a la terapia retrocedía en todo lo que había logrado. Le mordía las orejas, la besaba en la boca y se la exploraba con la lengua. Después en una de las sesiones le pidió que se quitara la ropa.

“Me dominaba, yo era como un robot. Me alejó de la familia diciéndome que todos eran unos locos. Me controlaba completamente, hasta las emociones”, recordó.

DIJO QUE JUECES ERAN UNOS HOMOSEXUALES

Relató la afectada que en una ocasión comenzó a acariciarle todo el cuerpo, la obligó a practicarle sexo oral y eyaculó en su boca, sintió asco y no volvió a terapia por unas semanas. Sin embargo él insistentemente la llamaba por teléfono. Le dijo que no intentara demandarlo porque los “jueces eran sus pacientes, unos homosexuales reprimidos”.

A otra de las mujeres le dijo que él era brujo. “Mis ojos eran como un libro abierto. Me pedía que le contara mis sueños, que él tenía el poder divino de interpretarlos. Más adelante me pidió que le enseñara un pecho, que rompiera la resistencia, y luego que los dos. Comenzó a acariciarlos y succionarlos.

Un día me hipnotizó para que tuviera sexo oral, él mismo me lo dijo cuando desperté del trance semidesnuda. Por eso me sentía sucia, despreciada, que no valía nada, por eso llegué a la casa llorando a bañarme. En otra sesión me penetró, según él para que disfrutara de la sexualidad”, relató.

Su poder de seducción es extraordinario

Mientras tanto, una joven de 15 años indicó en la querella que tras unas sesiones “me pidió que lo besara con lengua, que si no lo hacía estaba retrocediendo. Su poder de seducción es extraordinario, me tenía automatizada. Yo lo consideraba como si fuera el mismo Dios. Me convenció de que los abusos sexuales eran parte de la terapia. Me mandaba”.
Le decía que todos sus problemas mentales eran por su mala relación con su padre, que padecía del complejo de Edipo, que la estaba matando. Para mantenerla bajo su hechizo, Naressi le decía que era lesbiana por dentro, por lo que debía despertar su feminidad con él.

LA HIPNOTIZÓ PARA QUE NO SE RESISTIERA

Una víctima afirmó que en pocas sesiones el acusado logró controlar todos sus actos, le decía que le correspondía hacer terapia desnuda en el escritorio. “Que cerrara los ojos y comenzó a chuparme los pechos. Me decía que aceptara el placer y que lo disfrutara, me decía que todos los hombres eran unos homosexuales, menos él”, dijo la mujer. En otra oportunidad volvió a decirle que se acostara en el escritorio y le practicó sexo oral. Le insistía que hacía eso para que aceptara su condición de mujer. A esta misma joven el acusado le decía continuamente que no se resistiera a la “terapia”.

“Como me resistía, según él, me hipnotizó porque él mismo me lo dijo, que era para penetrarme y hacer sexo oral. Otras veces hizo lo mismo pero fue frustrado porque sonaba el teléfono, porque tocaban la puerta o porque no lograba una erección. Me decía que no podía contar nada porque me destruía con el poder de sus amigos y pacientes importantes en la política, jueces, diputados y ministros”, indicó la mujer en la querella.

JUICIO DURARÁ TRES SEMANAS

Para este debate están citados 20 testigos, ocho son víctimas, y tanto la defensa como la fiscalía tienen a un psicólogo o psiquiatra de consultor.

Por ser un caso tan complicado los jueces han estimado que podrían llevarse tres semanas en la evacuación de la prueba y la emisión de la sentencia.


Fuente: Extra (Costa Rica)

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