Un cura en estado ebriedad golpeó a un feligrés que asistía a un funeral en una iglesia cerca de Toulouse (suroeste de Francia), provocando la indignación de la familia y la consternación del arzobispo.
"El cura se tambaleaba y se le dijo que no podía oficiar en tales condiciones. Entonces volvió a su automóvil. Como se le impidió que tomara el volante, se fue corriendo y se cayó. Un amigo de mi sobrino quiso ayudarle a levantarse y el cura le dio una trompada en la cara", relató Gerard Tillier, hermano de la difunta, citò AFP.
"Un cura que golpea a sus parroquianos, es algo nunca visto y que llegue borracho, mejor ni hablar", dijo Tillier escandalizado. La familia llamó a los gendarmes y éstos detuvieron al cura, un burkinés de 46 años.
En un comunicado este mismo jueves, el arzobispo de Toulouse, Robert Le Gall, calificó la actitud del cura de "lisa y llanamente indigna en la circunstancia que nos implica a todos".
"El padre Bonaventure, que por lo demás es un cura respetado, apreciado en el conjunto de las parroquias de Muret, se presentó para unas exequias en un estado incompatible con ese ministerio. Una vez más presento mis excusas a la familia", declaró el arzobispo.
Fuente: El Universal (Venezuela)
No hay comentarios:
Publicar un comentario