Norman Hendrickson, de 94 años, perdió a su esposa de 66 años la semana pasada, pero nunca imagino que se reuniría con ella antes de lo previsto.
“¿Has escuchado de una persona que planeara su muerte en la limosina que lo lleva al entierro de su esposa para conseguir una oferta en los gastos funerarios?", preguntó irónica, Elizabeth Nichols Ross, quien dirige la funeraria que prestó los servicios y además es amiga de la familia.
Elizabeth aseguró que el difunto Norman, aguantaría una broma como esa.
La familia de la difunta pareja, claramente comparte el punto de vista de Elizabet, pues fueron ellos mismos quienes escribieron en las tarjetas para los invitados: “Sorpresa, es un funeral doble. Gwen y Norman Hendrickson”.
Aunque intentaron reanimar a Norman, fue inútil y lo declararon muerto. Entonces los familiares decidieron que no había un escenario más romántico y decidieron enterrarlos juntos.
Fuente: Crónica (Argentina)
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