Las llamas se originaron debido a la cantidad de grasa acumulada en el cuerpo lo que provocó una enorme cantidad de aceite y calor en el horno crematorio.
Según contaron los encargados del lugar, la grasa llegó al techo y ocasionó el fuego. "El hombre era un poco más grande que los que habíamos cremado en el pasado", dijeron.
Los empleados también explicaron que para cremar un cuerpo de 136 kilos se requieren de cuatro a cinco horas de trabajo del horno. Pero si el peso es excesivo, es necesario un calor constante sobre el cuerpo, para evitar que se caliente demasiado y quien desconoce este proceso puede provocar un accidente como el acontecido.
Fuente: Diario UNO (Argentina)
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