Martin Shubrook, de 34, y su esposa Heidi, de 29, empezaron a sospechar cuando el encargado de filmar su casamiento se presentó desprolijo, desalineado, despeinado y desorientado. Pero ni siquiera eso los preparó para el resultado. Momentos que deseaban atesorar para siempre como la firma en el registro civil, el corte de la torta, sus primeros pasos fuera de la iglesia… desaparecidos sin explicación.
En lugar de ello, la filmación mostraba tomas de los novios tan lejanas que no se ven las caras, un pedazo de pasto de cuando apoyó la cámara en el piso –interrumpido por algunos pies yendo y viniendo- y hasta personas que no habían sido invitadas a la fiesta, seg{un informa Contexto.
Clayton Bennett fue demandado por la pareja y un juez de Durham, Inglaterra, le ordenó devolver los 350 Euros que cobró por su trabajo más 150 por las molestias ocasionadas a la pareja más las costas del juicio y los gastos de traslado de los demandantes. Pero el hombre dice estar en bancarrota y solicitó pagar en cuotas de 20 euros de los cuales la pareja aun no vio hasta el momento ni un centavo.
Fuente: Crónica (Argentina)
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