La Fiscalía sudafricana debe decidir ahora si reclama al Reino Unido la extradición, para juzgarlo, de Shrien Dewani, acusado de conspirar para asesinar a su esposa, con la que se había casado dos semanas antes de su muerte, ocurrida el pasado 13 de noviembre.
Según el fiscal jefe de la provincia de Cabo Occidental, donde está Ciudad del Cabo, el secuestro era "parte de una conspiración" en la que todo estaba preparado para que "ocultar que la mujer fue asesinada a instancias del marido".
Zola Tongo, de 31 años, conductor de taxi dedicado a llevar pasajeros del aeropuerto a Ciudad del Cabo, confesó su participación en el complot para matar a Anni Dewani y fue condenado hoy por el Tribunal Superior de esa ciudad a 18 años de prisión por secuestro, asesinato, robo con agravantes y obstrucción a la justicia.
Según una declaración escrita de Tongo, Shrien Dewani contactó con él el 12 de noviembre, a su llegada a la ciudad, y le pagó para que le recogiera al día siguiente con el taxi para visitar la zona junto con su esposa, Anni, de 28 años y de nacionalidad sueca.
Según el acuerdo al que llegaron, después de ver algunos lugares de interés, otros individuos debían simular que los secuestraban.
Una vez simulado el secuestro, Tongo y Shrien Dewani debían ser arrojados ilesos del taxi y, después, la mujer tenía que ser robada y asesinada, que fue como se produjeron los hechos.
El abogado de Tongo explicó que el condenado es padre de cinco hijos de corta edad y que tenía "dificultades económicas" cuando Shrien Dewani le hizo la propuesta, por lo que consideró que había sido "manipulado" para aceptar.
Las otras dos personas detenidas como supuestos participantes en este asunto son Xolile Mnguni, de 23 años, y Mziwamadoda Qwabe, de 25, con los que Tongo presuntamente planeó el falso secuestro tras reunirse en la populosa barriada de Khayelitsha, en las afueras de Ciudad del Cabo.
Mnguni y Qwabe deben presentarse ante el Tribunal el 25 de febrero próximo y están acusados de asesinato, robo con agravantes y secuestro.
Shrien Dewani, cuyas empresas pasan por graves dificultades económicas, según los medios sudafricanos, aseguró tras los hechos y antes de volver al Reino Unido que los secuestradores le habían arrojado del coche y se habían llevado a su esposa, que apareció muerta a tiros al día siguiente en el vehículo abandonado.
En un comunicado difundido en el Reino Unido y reproducido por los medios sudafricanos, la familia Dewani niega cualquier participación de Shrien en este "crimen atroz" y califica de "absurdas" las acusaciones de las autoridades sudafricanas. EFE
Fuente: ABC (España)
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