Este cómico inglés de 64 años decidió invertir todos sus ahorros en realizar los sueños de su vida. Ismay escribió una lista con todo aquello que querría hacer antes de morirse y poco a poco fue tachando algunas de las tareas.
Algunas, como llevar a su sobrina a Villa Park, no le han costado demasiado. Otras, en cambio, requerían un mayor desembolso económico, como la compra de un Mercedes de más de 30.000 euros o una reserva en el complejo de golf K Club. En el último de sus diez deseos aparecía la ‘inmortalidad’ y, si bien no la ha conseguido, los doctores se dieron cuenta a las diez semanas de que su diagnóstico había sido equivocado.
Ismay no estaba a punto de morir, sino que padecía hemocromatosis, una enfermedad hereditaria que provoca un excesivo acúmulo de hierro en el organismo, pero que puede ser tratada. “Ahora no bebo casi nada y no como nada de carne roja”, ha asegurado al diario Daily Mail.
Fuente: Crónica (Argentina)
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