La madre tiene 20 años y vive en Dallas. Reconoció que le fue infiel a su marido.
En la mitología de la Antigua Roma, Hércules e Ificles eran hijos mellizos de una misma madre, pero de padres diferentes. No se sabe si Mía Washington conocía esta historia, pero le pasó algo similar: tuvo mellizos, Justin y Jordan, con dos hombres.Hace 11 meses, Washington, de 20 años, dio a luz a los bebés en Dallas, en los Estados Unidos. Ella y su pareja, James Harrison, estaban chochos con el acontecimiento, pero algo interrumpió el buen momento. Las caras de los mellizos casi no tenían semejanzas.
La pareja acordó hacerse un test para determinar mejor la paternidad. Fueron a un centro de diagnóstico y, a través de la prueba del ADN, se detectó que Justin y Jordan eran hijos de padres distintos. Hasta los mismos técnicos se sorprendieron porque nunca habían visto un caso parecido.
Es altamente probable que Jordan sea el hijo biológico de Harrison, pero Justin tuvo otro padre. La mujer admitió entonces que había mantenido relaciones sexuales con un amante.
Una vez que el óvulo es liberado y fertilizado, el sistema se cierra. Pero es técnicamente posible que espermatozoides de diferentes hombres fecunden óvulos de una mujer si las relaciones ocurren en el lapso de dos días, según el obstetra y ginecólogo neoyorquino Joseph Finkelstein.
La madre pensó que la pareja la dejaría al saber que tenía un amante. Pero el hombre no tomó esa decisión al conocer el resultado del test. Seguirá junto a ella. "Fue duro conocer la verdad y llevará tiempo reconstruir la confianza", dijo a la cadena televisiva Fox 4. Harrison dijo que se hará cargo de criar a los dos nenes por igual.
Washington se arrepiente ahora por la infidelidad: "James es un buen hombre; es un gran padre y ama sinceramente a los mellizos", comentó. Ya decidió que, cuando crezcan, les dirá a los mellizos la verdad. Pero no planea confesarle el nacimiento de los mellizos al amante. Aunque aceptará que Justin (cuando sea grande) conozca a su padre real. "Será su decisión".
Mortificada por la difusión de la noticia, Washington aclaró que no la pasa bien. "No se pongan en mis zapatos porque puede doler, y duele, pero aún así tenés que seguir adelante".
Y se animó a dar consejos a otras mujeres: "Sean cuidadosas si quieren empezar un affaire, miren lo que me pasó. Piensen las consecuencias primero, porque las cosas más bizarras pueden suceder cuando menos lo esperas".
Consultada por Clarín, Irene Meler, coordinadora del Foro de Psicoanálisis y Género de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires, dijo: "Este caso puede sonarle a algunos escandaloso porque se trata de una infidelidad de una mujer, y se la juzga como inmoral. Sin embargo, los hombres son más infieles frecuentemente que las mujeres y no se los percibe tan negativamente".
Ellos a veces no usan anticonceptivos, y tienden a no hacerse cargo de la paternidad, opinó Meler. "Se despreocupan, y abandonan. Por lo cual, me parece más ética la posición de la mujer estadounidense, quien se hizo cargo de llevar adelante el embarazo". La psicóloga señaló: "Sería bueno educar a los varones para que asuman su responsabilidad procreativa".
Fuente: Clarin (Argentina)
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