Letizia del Valle Giménez es una abogada penalista de 46 años, madre de tres hijas, y, aunque parezca mentira, una adicta al "paco" en recuperación. Sus duras experiencias con la denominada "droga de los pobres" provocaron que dé la cara y que lance una terrible denuncia que puede resonar en los más altos ámbitos de la Justicia: "A muchos colegas le traen la droga al Palacio de Tribunales como si fuera un delivery".
Sus comienzos con la pasta base se remontan al 2004, cuando regresó de un viaje a Marbella. En aquella ocasión – cuenta – "mis amigos me hicieron una fiesta de recepción y uno de ellos me ofreció paco (…) Me atrapó y me arruinó la vida". De esta forma, del Valle Giménez da a entender que esta droga no es exclusiva de las clases bajas y de las villas miseria, e incluso ahonda sobre el tema.
"Está lleno de personas de mi clase que toman pasta base, gente de muy buen nivel socioeconómico y cultural, abogados, médicos, todos ellos muy prestigiosos. Por ejemplo, en el Palacio de Tribunales hay muchos colegas que toman y se sabe. He visto a muchos colegas consumiendo en los juzgados. Pero lo que ocurre es que se oculta que esta droga ya atrapó a la clase media y alta por el estigma que representa reconocer la adicción al paco", señala, para luego lanzar una frase que impacta: "Los pibes de la villa toman paco en tetrabrik, nosotros con Johnnie Walker etiqueta negra".
Luego, la denuncia del primer párrafo de esta nota se amplía y explica que "no vamos a comprar la pasta a los barrios pobres, la pedimos por teléfono y nos traen la droga a casa, al despacho. Es un delivery que los más ricos nos podemos dar el lujo de pagar".
Respecto a su adicción, explica que, a diferencia de lo que ocurre con otras drogas como la cocaína, "el paco te obliga a consumir muchas dosis en poco tiempo. Yo he llegado a gastar $2.000 en un día en pasta base”. Ante semejante declaración, observa la relación que existe entre esta droga y los delitos: "Los chicos de la villa que no tienen los recursos para bancar la adicción entran en un espiral delictivo que no pueden frenar", publicó un matutino porteño.
Paco en la clase media
Ignacio O'Donnell, especialista en adicciones, apunta que "hay una tendencia similar al crack en los Estados Unidos, que fue una droga que se inició en las clases bajas. Hay paco en Palermo, en Flores o en Floresta". "La diferencia es que los ricos le dicen pasta base en vez de paco", agrega.
Por su parte, Roberto Canay, coordinador del Observatorio de Adicciones del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, señala que "se registra consumo en sectores medios. Si bien es menor que en sectores empobrecidos, también se está atendiendo a adolescentes que van a la secundaria, que sus padres tienen trabajo y tienen obra social".
Fuente: Infobae (Argentina)
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