Sharon, una ama de casa de Whitehall, Montana, Estados Unidos, se dio cuenta que varias partículas de oro fluían con el agua que salía desde los grifos mientras lavaba los platos e inmediatamente avisó a su esposoMark Brown.
El hombre se encontraba más preocupado por lo que pudiera traer el agua que por el mismo oro y dijo: “Si estamos consiguiendo los metales pesados que se pueden ver a simple vista, ¿qué otra cosa podría haber ahí dentro?".
Por otra parte la familia acusa de este hecho a una mina de oro que queda muy cercana al lugar de residencia, aunque un funcionario negó esto y dijo que lo más seguro era que proviniera de los tubos de conexión.
Fuente: Crónica (Argentina)
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