MANILA.— Un saudí se casó con una filipina como argucia para comprarle el riñón, intentando burlar las estrictas normas implementadas recientemente en Filipinas para combatir el tráfico de órganos, informaron las autoridades el lunes.
El transplante del hombre fue impedido por las autoridades, pero el caso muestra las dificultades que enfrenta Filipinas para combatir el comercio de órganos. Muchos extranjeros enfermos compran sus órganos a filipinos pobres.
Un grupo de defensa de los derechos humanos dijo tener evidencias de cerca de 200 casos de personas pobres de una provincia que vendieron sus riñones en años recientes en transacciones organizadas por grupos de tráfico de órganos.
La secretaria de Bienestar Social, Esperanza Cabral, dijo que el saudí solicitó un transplante en un hospital público y dijo que recibiría una donación voluntaria de su esposa, pero los funcionarios del hospital entraron inmediatamente en sospechas cuando descubrieron que la pareja se había casado en fecha reciente y no había comunicación posible entre ellos.
El esposo no hablaba ni inglés ni tagalo, el idioma de las Filipinas, mientras la mujer no sabía una palabra de árabe.
“Claramente, no se trató de una donación”, dijo Cabral el lunes en conferencia de prensa. “En realidad, era la venta de un órgano”.
La solicitud de transplante del riñón por parte del saudí fue rechazada hace dos meses. Cabral dijo ignorar cuanto dinero prometió el saudí a la mujer a cambio de su riñón.
Fuente: La Segunda (Chile)
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